Es una vía de administración de medicamentos de reconocida eficacia, por vía intradérmica, en pequeñas dosis en la región a tratar.

Características

Es una acto médico que complementa los tratamientos clínicos habituales en cada caso.
Terapia alopática, donde se administra el medicamento en pequeñas dosis.
Es un tratamiento esencialmente local que permite la aproximación del agente terapéutico a la zona patológica.
Es una técnica simple, no agresiva, que permite la combinación medicamentosa, seleccionada critiriosamente, después del diagnóstico clínico y las necesidades del paciente

Teorías que sustentan la Mesoterapia.

Microcirculatoria: por estimulación general de la micorcirculación
Mesodérmica: actúa sobre este tejido, el conjuntivo, que actúa como una capa que cubre todo el organismo y donde se encuentran unidades microcirculatorias neurovegetativas y de competencia inmunológica.

Estimuloterapia: el efecto de pinchar la piel con una aguja genera masajes mecánicos y nerviosos al S.N.C.
Energética: todo acto mesoterapéutico, es un mensaje energético.
Puntual y Sistematzada: todas las patologías tienen su representación a nivel de la piel, por una zona palpable, dolorosa y reproducible.
Tercera Circulación: comprotamiento intersticial. Los medicamentos por acción de anestésicos locales, retardan su absorción y se difunde a tejidos más profundos; llegando al lugar de acción en altas concentraciones, sin que ocurra una disolución de los mismos, cosa que ocurre cuando son absorbidos por los vasos sanguíneos. No se concibe sin el uso de Procaína o Lidocaína.

Aplicación de FOSFATIDILCOLINA

La fosfatidilcolina es un fosfolípido de membrana que participa activamente en la estructuración y el transporte celular. Está indicada, principalmente, en el tratamiento por vía endovenosa de la embolia grasa y la hipercolesterolemia.

Hace algunos años se introdujo el uso empírico de fosfatidilcolina en el tratamiento subcutáneo de bolsas
palpebrales, abdomen, flancos y región trocantérica, constatándose excelentes resultados clínicos en la reducción de la adiposidad localizada.

La fosfatidilcolina


La fosfatidilcolina es el principal fosfolípido de los mamíferos y representa la mayor proporción en la composición de las membranas celulares.
A partir de este efecto, al final de la década de 1980 comenzó a usarse fosfatidilcolina en infiltraciones intralesionales en xantelasmas, con resultados satisfactorios. En la década de 1990, algunos médicos brasileños iniciaron su uso empírico en las bolsas adiposas del párpado inferior y en la grasa subcutánea del abdomen, los flancos y las caderas, con excelentes resultados de reducción de la adiposidad localizada y remodelación del contorno corporal. En el año 1998, en España, los doctores J. Víctor García y J. Antonio González-Nicolás preconizaron la utilización en forma de infiltraciones subcutáneas de la fosfatidilcolina, en combinación con el silicio orgánico, para el tratamiento de la lipodistrofia.

Estos resultados alentadores llevaron al uso indiscriminado de la fosfatidilcolina en el área estética brasileña, sin que los mecanismos bioquímicos que generan los efectos clínicos fueran completamente dilucidados, y sin que las debidas pruebas clínicas para la confirmación científica fueran realizadas.

Mecanismo de acción

En la actualidad, ya fueron iniciadas investigaciones científicas por el autor, en el sentido de dilucidar el probable mecanismo de acción lipolítica de la fosfatidilcolina en adipocitos de animales y humanos .

Una de las hipótesis consideradas es que la fosfatidilcolina penetra en el adipocito, dado su carácter anfipático.
En el citoplasma, la hidrólisis de la fosfatidilcolina por la fosfolipasa D genera ácido fosfatídico, que llevaría a la activación de la proteincinasa C (PKC). Esta última activaría la traslocación de la lipasa sensible a hormonas (LSH), desde el citoplasma del adipocito hasta la vacuola que contiene los triglicéridos. Así, la LSH hidrolizaría los triglicéridos en ácidos grasos y glicerol, que serían posteriormente utilizados en otras vías metabólicas o eliminados en pequeñas cantidades por el aparato urinario.

Otras hipótesis que deben ser estudiadas son la activación de receptores específicos de membrana y la destrucción de los adipocitos. Esta última sería desencadenada por la activación de la vía de la inflamación (fosfolipasa D o factor de necrosis tumoral alfa, [TNF-a]), o por una acción irritante directa de la fosfatidilcolina sobre los adipocitos.


Aplicaciones estéticas de la fosfatidilcolina:

Las indicaciones para el uso estético de la fosfatidilcolina son limitadas y se restringen a pequeños depósitos de adiposidad localizada, en pacientes con peso ideal o con sobrepeso leve . En casos de sobrepeso moderado u obesidad, indicamos la fosfatidilcolina apenas como complemento de un tratamiento para adelgazar, basado en dieta y actividad física.

Es importante resaltar que el tratamiento aislado con fosfatidilcolina no adelgaza; sólo ayuda en la remodelación del contorno corporal.
Las contraindicaciones absolutas para el tratamiento con fosfatidilcolina son: niños, embarazadas, lactantes y
diabéticos con microangiopatía.

Las contraindicaciones relativas aún están bajo estudio, y se citan para que se tenga cuidado con ellas: enfermedades renales, reumáticas (especialmente colagenosis y síndrome de anticuerpos antifosfolípidos) y crónicas, obesidad androide, resistencia insulínica (incluido síndrome de ovarios poliquísticos) y enfermedades infecciosas crónicas.

Las regiones corporales permitidas para el tratamiento son: abdomen, cintura y flancos, caderas, infraglúteos,
parte interna de muslos y de rodillas, infraescapular, preaxilar y parte interna de brazos. Algunas regiones requieren mucha práctica y mucho cuidado en la aplicación, como las bolsas palpebrales y la región submentoniana.

Procedimiento

La técnica de aplicación es la infiltración subcutánea y no la infiltración intradérmica (mesoterapia); la sustancia es inyectada directamente en la grasa.
La duración del tratamiento es muy variable y depende mucho de la respuesta individual de cada paciente. En el tratamiento corporal pueden ser necesarias de 5 a 10 sesiones, en el mentón, de 2 a 4 sesiones y en bolsas palpebrales, de 2 a 4 sesiones. En el tratamiento corporal, algunos médicos prefieren hacer sesiones quincenales con una dosis mayor de fosfatidilcolina (4 ampollas de 250 mg/5 ml por sesión).